Hacer una cesta de la compra económica y equilibrada a nivel nutricional no es sencillo. De hecho, es una tarea que requiere de mucha meditación y planificación. Llevar una lista hecha desde casa será primordial para hacer nuestra compra lo más eficiente y saludable posible. Pero, ¿cómo podemos hacer una cesta de la compra con todo lo necesario que además sea sana, nutritiva y económica?

Lo mejor en estos casos es escuchar a los expertos y sus estudios. Nadie mejor que ellos para asesorarnos, ya que han estudiado este escenario que nos trae de cabeza desde hace algunos años. Antes de organizar nuestra compra ideal es importante tomar nota de algunos consejos…

Consejos antes de hacer la compra

1. Como decíamos, preparar una lista con antelación nos evitará adquirir productos duplicados o innecesarios, calcular mejor las cantidades y las combinaciones de cada menú.
2. Aprovecha las ofertas del supermercado y almacena producto no perecedero. En un momento de inflación como el que vivimos, aprovechar precios bajos es esencial. Puede que ese artículo no vuelva a bajar. Si está en oferta, no escatimes y opta por varias unidades. Meses después lo agradecerás; es un ahorro considerable a medio y largo plazo.
3. Fija un presupuesto para tu gasto semanal. Esto no significa comprar menos, sino comprar de manera más eficiente.
4. Opta por producto de temporada y de cercanía. Están en su momento óptimo de consumo. Nada te va a aportar más nutrientes y sabor.
5. Escoge tu supermercado de barrio. En ocasiones, la compra puede ser un poco más cara que en grandes cadenas que se encuentran en el extrarradio o a las afueras. Pero el desplazamiento en coche hasta ese supermercado, la búsqueda de parking y el tiempo invertido, ya hace que sea más caro. Por ahorrar unos céntimos al final te has gastado muchos euros, has incrementado tu nivel de estrés y has perdido tiempo. Y eso sin incidir en la contaminación que implica el desplazamiento. Busquemos la cercanía y ecología.

¿Qué debe tener una cesta de la compra ideal?

Equilibrio. Esa es la clave. Un poco de todo lo que necesita nuestro organismo, incluso algún capricho. Las frutas y verduras no pueden faltar en esta lista. Son indispensables para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo.

Las patatas, el arroz y los cereales también serán necesarios en nuestra cesta.

Las legumbres secas son fáciles de almacenar y cocinar, además de ser nutritivas y baratas.

Huevos, leche y aceite virgen extra, que, aunque no es un producto económico, si es esencial: más saludable y recomendable que otros aceites.

Pan, yogures y queso, así como carne, pescado, pavo y pollo.

¿Y los productos congelados? Sí, aunque parezca un contrasentido, los ultracongelados conservan en ocasiones todos sus nutrientes. Son una opción económica, generan menos desperdicio y al estar almacenados en el congelador se van utilizando conforme se necesitan, sin que caduquen rápido como en el caso de los productos frescos.

Por último, un caprichito dulce nunca viene mal para nuestra salud mental. El chocolate estimula la serotonina y mejora nuestro humor, da sensación de bienestar y despeja la mente. Combate la ansiedad, aunque no la obesidad. Por eso, todo en su justa medida puede ser beneficioso para nuestro organismo.

En resumen, planificar la cesta de la compra desde casa, aprovechar las ofertas para llenar la despensa y escoger productos equilibrados variados (tanto frescos como congelados), será la clave para que nuestro organismo y nuestro bolsillo gocen de buena salud.